Tirar la toalla

Aunque actualmente lo asociamos a él, “Tirar la toalla” no tiene su origen en el boxeo y como sinónimo de rendirse o abandonar. Su origen está más atrás en el tiempo, en las termas y balnearios romanos.

Las termas romanas no era un lugar exclusivamente para bañarse. También eran un lugar para establecer relaciones entre hombres y muchachos efebos y ligar. La forma de responder a las proposiciones amorosas era colocarse delante de la persona solicitante y, o bien hacer un segundo nudo en la toalla, en señal de rechazo de la petición, o aceptarla tirando la toalla.

En unas termas de Turquía se descubrió una inscripción que decía: «Hic Antinous Hadriano linteum suum iactavit”, es decir, “Aquí fue donde Antinoo tiró su toalla a Adriano“, haciendo así alusión a la relación entre el Emperador Adriano y el efebo y artista musical Antínoo.